Se acercaba un puente en Madrid y decidimos que necesitábamos un reencuentro para nosotras (fuera de todo lo relacionado con el blog), para hablar, reír y también para comer 😉 Así que nos pusimos manos a la obra y encontramos un auténtico oasis muy cerquita de Almería. Sin pensarlo dos veces, nos plantamos en el Hotel Golf Almerimar porque tenía todo lo que estábamos buscando.
Lo primero que una hace al llegar a un hotel es cotillear la habitación. Sobre todo cuando la habitación es más grande que la casa en la que vives. Y después de deleitarnos con las vistas desde sus balcón a unos campos de golf verdes, sin ruidos de coches y donde respirar aire puro, nos quedamos locas con la bañera (así de catetillas somos). Esa bañera con la que siempre habías soñado para hacerte una foto recubierta de espuma, pues estaba ahí, en nuestra habitación de hotel!!!!!!!!!!!! (Con esto ya sabíamos que el finde prometía, jajajajaja).
Tras asentarnos, pudimos empezar a disfrutar de verdad. Un tranquilo paseo (tranquilo por decir algo, porque allá dónde fueres, haz sesión de fotos para el blog) y a cenar. Nos recomendaron IKARI Sushi Bar el restaurante japonés del hotel. Y yo pensé: ¿en el hotel, estará rico? Pues estaba tan rico que probamos toda la carta (desde aquí muchas gracias a Francisco por tratarnos tan bien y por reciclar, que también comprobamos que lo hacían -es lo que tiene viajar con una casi accionista de Ecovidrio). De hecho, el restaurante estaba lleno de gente de la zona y no es para menos. Además de probar todo tipo de sushi, makis y uramakis, también probamos otros platos calientes y carnes acompañadas de un buen vinito. ¡Exquisito de verdad!
Después de dormir como bebés, nos esperaba otro súper lujo. Disfrutamos del spa del hotel para relajarnos y eliminar impurezas y pieles muertas en la sauna. Y… nos dimos un masaje exfoliante cons sales de mar, algo fundamental para empezar a ponernos al sol y que el moreno se fije más rápido y sea más duradero. Y de ahí, el plan obligado era morenear en la piscina del hotel con la mente en blanco. ¿Quién da más?
A los que os interese la zona, deciros que en los alrededores hay muchos planes que hacer. Es una zona de surf y todo tipo de deportes acuáticos. Y para los cinéfilos, fue parte de los exteriores en la película Conan el Bárbaro. También tiene un puerto deportivo muy chulo y unas playas impresionantes.
Hasta aquí nuestra experiencia revitalizante en Almería y desde aquí mucha gracias al Hotel Golf Almerimar por tratarnos tan bien y sobre todo a mis chicas por ser como son. Quiero otra escapada a la voz de ya. Os dejo aquí sus blogs para que los visitéis:
