Nos vamos de boda con Theresia y Markus a Alemania

Este viernes nos vamos de boda nada menos que a Nottuln, un pueblecito al noroeste de Alemania, con nuestra amiga Theresia y Markus.

Os vamos a contar peculiaridades de una boda católica en un país diferente, aunque obviamente, muchas costumbres son iguales o parecidas a las nuestras.

Esta joven pareja se casó en un pequeña capilla en un pueblo de Alemania. Para la ocasión, Theresia eligió a Pronovias para su vestido de novia de encaje desde el cuerpo hasta la cola. Como peinado, se decidió por un semirecogido con trenzas y flores muy de tendencia, y un ramo de rosas rojas y calas que ponía el toque de color al look. Markus también se visitó con un traje muy elegante para una boda con un ligero componente militar.

En la boda no faltó el clásico lanzamiento de ramo para la «batalla» entre las amigas solteras de la novia, y tampoco se echó en falta el clásico vals. En la fiesta, Markus deleitó a los invitados tocando música en directo con su grupo. ¡Un puntazo!!!

Uno de los detalles que más me gustó de la boda fue que los novios entregaron en la Iglesia unas tarjetas para que los invitados les escribieran una dedicatoria. Dichas tarjetas llevaban la dirección postal de la pareja y cada invitado ató la suya a un globo y los echaron a volar, para hacer cumplir su deseo. Lo fuerte es que gente que encontró las tarjetas se las envió a los novios a su casa y éstos pudieron leer algunos de los deseos que les dedicaron los invitados. ¡Un total de 23 tarjetas!!!

Otro detalle de la celebración fue que entregaron carteles identificativos a cada grupo para que todos estuvieran ubicados, desde la familia, a los amigos de la uni, compis de trabajo, etc. Además, según nos cuenta Theresia, los amigos prepararon un montón de juegos divertidos, y también emotivos, para amenizar la fiesta.

Para terminar os cuento que la tradición alemana dice que al cortar la tarta de boda, el que pone la mano encima del otro en el cuchillo es el que llevará la voz cantante de la relación (véase la cara de la novia en la foto). Ahora se lo toman de broma, pero seguro que en otros tiempos era una superstición 😉